Minatitleco

Desde Minatitlan, Jaltipan Coatzacoalcos ,Cosoleacaque y demas poblados vecinos del estado de Veracruz se edita este higuereño

lunes, 27 de abril de 2009

RECUERDOS DE MI RANCHO TIO ENRICON


Como sustraerse del llamado de la tierra, si generación tras generación vamos acumulando deseos truncos ilusiones quebradas o vivencias llenas de amor y dolor. Risas cantarinas de muchachas de alma clara como el agua, que resuenan en las norias Higuereñas. Remolinos que levantan polvos formados por aquellos viejos que iniciaron el poblado, con aroma de sollate y sudor campesino, o de mujeres fuertes de manos duras que ordeñaron las vacas y jalaban los becerros con mecates de ixtle espinosos y que ripiaban con barro y zoquete las paredes de sus casas al mismo ritmo que sus hombres . Hombres y mujeres que siendo plebes corretearon descalzos por las arenosas tierras, disfrutando de las noches, mas claras que el día, por la luna octubreña que parece querer besar a la ranchería. Somos pocos los ingratos que no volvemos al terruño, aunque en nuestro corazón lo guardemos a 7 llaves como el más grande de los tesoros. No me extraña que una paisana, que lee algunos de mis recuerdos, le dé nostalgia, sobre todo si chiroteó toda virunda entre el chirivital, siendo plebita. Me pregunta María Luisa, si recuerdo algo de sus familiares. Conocí a un personaje inolvidable en el rancho, pariente de ella.: Memo. Memo por azahares del destino, creo yo, se encontró de pequeño con el letal virus de la Poliomielitis, dejando sus piernas inútiles, forzándolo a que se arrastrara para ir de un lugar a otro. Era mayor que yo varios años, cuando era plebito el era un muchacho de voz gruesa, que pasaba platicando, con quien se encontrara en su trayecto de su casa hacia la de mi tío Polio-no recuerdo si iba con el o alguien de su familia vivía en ese barrio den que la “Chichinara”. Todas los plebes éramos amigos de Memo. La Queta es recuerdo grato también quien también sufrió de la polio, y ni eso pudo opacar su singular belleza. A la Tere la saludé muchas veces este año, pues pasaba diario por su casa, yendo dela mía a la de Otón Espinoza, donde vive mi nuera. De la Tichita por María Luisa se que están radicando en Guadalajara y le envío por esta un fuerte abrazo, haciendo mías sus añoranzas por las Higueras. Recuerdo un pasaje chusco, poco claro, para quienes no conocen, el juego de la “malía”. Este juego de cartas se hace con baraja española, se juega entre cuatro-tocándole 10 cartas a cada uno- y en pareja. Cuando se reparten las cartas, se hace de diferentes maneras según el “dador”-repartidor- pero siempre la última carta que se dá el repartidor se voltea para ver que color es-oros, bastos, espadas o copas-. Esta última carta al salir marca lo que llamamos el “triunfo” y este triunfo mata a cualquier color. Por ejemplo “triunfo” es OROS, la jugada es bastos, todos tiran bastos pero tu no tienes, puedes matar esa jugada con una carta de oros y quedarte con todas las cuatro cartas que al final sumaran ciertos puntos. Ha habido ocasiones en que a un jugador le tocan 9 triunfos o 10 si es el “dador” y con eso asegura el juego completo pues no hay nadie que le mate esas cartas,. Esto sucedió en la refresquería de Juanito Tula. Estaban jugando malía, Nando Avilez y Nacho Puchas, contra Aristeo Gastelum y Tito Avilez. Como en todas las jugadas del rancho, esta estaba rodeada de mirones. Mirones que según la conseja popular “son de palo” pues no pueden hablar nada relacionado con el juego , que pueda hacer o dar a entender que cartas tiene el jugador al que ellos están mirando el juego. En esta ocasión Nando estuvo barajando de tal manera que hizo un “gran machoche” , juntó todas las cartas de ORO y las fue dejando abajo de el mazo de la baraja , al final cuando la puso para que la partiera su rival , le dejó ver como sin querer, la carta que estaba abajo y que sería el triunfo-un tres de oros-.Ventajoso ante esta visión el Aristeo no corta el mazo de cartas sino que pica con el dedo señalando que el dador solo podría dar de a una carta o de diez al mismo tiempo. Nando que había preparado ese señuelo, ni tardo ni perezoso da de a diez cartas, reservándose para el solo los diez triunfos de oros. Levantan todos sus cartas, las acomodan con parsimonia, saboreando cada una al destaparla, como si de un rito se tratara. Nando ya sabía lo que traía así que las levanto amontonadas si verlas. Tito tira su malía-siete- de espadas- que es la carta que vale más -5 puntos-, temeroso de que se la coman pues le habían tocada 6 cartas del mismo color-espadas-, Nacho le secunda con un rey, Aristeo la engorda con el As-que vale 4 puntos-, y Nando sin ver aún las cartas le desliza el 3 de oros que había salido de triunfo, matando la gorda jugada, luego levanta sus cartas , las empieza a acomodar y ante los azorados ojos del mirón ,que estaba tras el fume y fume, empiezan a salir puros oros. Enricón, que era el que estaba de mirón, no pudo quedarse callado ante tan buena suerte de Nando y exclamó como un trueno bien emocionado: “¡HASTA QUE TE DETENGAN NANDO!” indicando con esto que Nando podía tirar carta por carta y llevarse todas sin que nadie le parara….Hace mas de 40 años de este suceso y aún se recuerda en cada jugada de malía aquella espontanea exclamación de Enrique Cázares de las Higueras de los Vega Mocorito Sinaloa

viernes, 24 de abril de 2009

UNA DE CAZADORES EN LAS HIGUERAS


La cacería es un ejercicio, práctica o afición que se rodea de muchas historias fantásticas. Y la mayoría de quienes la practican tienden a ser muy dicharacheros, presumidos y mentirosos. Casi todos los amigos cazadores que conozco, han matado el animal más grande, el más feroz o el más raro. En fin la cacería es un arte, y en las Higueras de los Vega, se practica desde siempre. Nosotros cuando estábamos plebes, empezamos a iniciarnos en la cacería, con arcos y flechas que hacíamos de ramas de zamo y las flechas de “jarilla”, cortados nomás en la lomita. Elaborábamos hondas con cuero y mecate de ixtle y los tiradores de ataderas,”hondillas” horquetas y amarradijos. Con estos últimos lográbamos gran destreza y empezamos a incursionar en la cacería, en el arroyón atrás den que la “chichinara”, pues desde ahí hasta la casa de tía Toña, nomás caía la tardecita y empezaban bajar palomas. Las había ala blanca, patagona y güiris. Se arremolinaban en tal cantidad a beber agua, que si tirábamos, aún sin puntería, siempre le daríamos a alguna salada que bajara en ese momento .Había buenos tiradores del rancho, entre la plebada, como Nacho “Puchas” y su hermano Leocadio. Que siempre regresaban con una sarta de palomas que hacían la delicia de la mesa en su casa. Mi hermano y yo, aunque casi nunca matábamos una, siempre nos dejábamos hechizar por el musical aletear de las palomas bajo los vainorales y siempre con la ilusión de llevar algo a nuestra casa para saborear, no faltábamos tarde con tarde a hacer nuestra luchita. Los grandes, los adultos, iban con su salón 22 a las liebres o conejos en las tierras de rastrojo, donde también abundaban estos gazapos. Ir a matar “tochis” por la noche con lámpara para encandilar, se hizo un deporte en el rancho. Desde que salías en los camino reales, no faltaba la liebre que se atravesaba, ya entrando en las tierras cultivables que rodean la ranchería empezabas a ver los brillantes ojos que regresaban la luz de la linterna y evidenciaban la presencia de una buena pieza de caza. El Güero “Mayo” vivía en la salida del rancho rumbo al Tule y su casa se encontraba ya dentro de las tierras sembradas de cacahuate. Al papá del güero como a todos los Higuereños le encantaba ir a matar liebres y palomas, por lo que en casa tenía su rifle 22 de un tiro y su lámpara minera de cuatro pilas. El Güero siempre tenía la inquietud de ir a encandilar, pero nunca lo dejaban por que aún era pequeño y como era muy cuizuqui y guerrozo mejor lo dejaban en casa. Una noche que se descuidaron sus padres el Güero tomó los bártulos de cacería, se acomodó la lámpara en la cabeza y salió en medio de la oscuridad al centro de la parcela. Ya estando retirado de su casa, prendió la lámpara y empezó a barrer con su luz las tierras labrantías en busca de los ojos brillantes de una tochi. Caminó un buen rato y la falta de práctica y lo oscuro de la noche lograron encandilarlo a él, que todo desorientado caminaba incansable buscando su preciada pieza. ¡De repente aparecieron los buscados ojos!, primero pequeños por la lejanía, pero no se negaban a la luz. El Güero sintió que el corazón le golpeaba en el pecho, fuerte como tambor, la boca se le secaba y poco a poco ganaba terreno, mirando que los ojos del animal lo delataban cada vez más cerca. El animal estaba a tiro, pero el Güero, que no sabía tirar de noche, no miraba el punto plateado de la mira. Se siguió acercando al animal, que inmóvil laceraba con sus brillantes ojos al cazador. El Güero, se fue agachando para estar a la altura de su anhelada pieza, y pecando de temerario se acercó como a 5 metros sin que aquel animal huyera. “Ya lo tengo”-pensó el Güero y echándose el rifle a la cara toma nuevamente puntería. De repente sintió algo en su hombro que lo estremeció de espanto. Era la mano de su papá que estaba sentado en el catre en el portal de la casa viendo como su plebe se retorcía, hincaba y arrastraba enfrente de el, sin mirarlo pues estaba bien encandilado, y apuntándole al “Futifais” su querido perro, quien extrañado miraba lo que el creía eran payasadas de su amo, sin saber que estuvo a un tris de que le pegara un balazo confundiéndolo con una “tochi” mientras este estaba plácidamente echado bajo el catre en su casa. Y es que el Güero bien encandilado , por su novatez, vagó por el terreno dando vueltas a la casita si saber.

martes, 21 de abril de 2009

RECUERDOS JUVENILES



EL CID CAMPEADOR LO APRENDI DE MEMORIA


Les platicaba en escritos pasados, que cuando estudié la Secundaria –en la Federal por cooperación- en Guamúchil, había tenido ciertos “problemillas” con las materias de español y de inglés. Después de la santa madriza que me arrimé con la chamba que me consiguió mi Tío Alfredo- quien temía lo acusaran de “nepotismo“en el Ayuntamiento por usar sus influencias y ponerme de “ejecutivo” de el talacho y la pala en las duras calles de la “Loma”. Me dediqué a estudiar con ganas para poder pasar las materias adeudadas. Primeramente me fui al Davimar a buscar al Profe Ramiro Vega –quien era el maestro de inglés-. Le platique mis planes de entrar a la Preparatoria-donde el Dr. Alfredo Díaz Angulo ya me había dado entrada con la condición de que pagara de inmediato mis materias-. Le recordé – al profe Ramiro- que como no había entrado casi nunca a su clase , pues de inglés no sabía nada y quería que me metiera el hombro para pasar ese escollo ya que no podría estudiar algo que no sabía ni por donde empezar. Se acordó el profe de aquella única vez que me quedé en su clase y me pasó al pizarrón para que pusiera con letras grandes: Are There, y yo escribí lo que escuché ..ARDER. Me alivianó el profe Ramiro, me dice “solicita el examen y lo presentas, como no sabes nada lo dejas en blanco, después vas con “Chiricuto”-Saludos amigo Rubén- y que el te preste un examen contestado de los muchachos que pasaron para que lo copies”. Dicho y hecho, se cumplió con todos los tramites presenté el examen, a los días me dice el “Chiri” que ya había revisado los exámenes que ya podía pasar a llenar el mío para que lo calificara. Me dio el examen de un compañero que había sacado un 10 , lo copié lo mejor que pude y pasé con 6, de plano el inglés nunca se me dio-solo el de el hormigón de palo compa Pavi-. Para la materia de Español fue otra cosa , me preparé a conciencia, estudié todo el libro de español, leí a Rodrigo de Vivar, las bodas de las hijas del Cid , las novelas ejemplares , el Quijote de la mancha, reglas gramaticales ..En fin estaba yo en español como navaja de barbero, seguro además de que sacaría un 10 en ese examen. Se llegó el famoso día del examen y que nos lo hacen oral con sinodales y toda la cosa. Estaban en la mesa el profesor Rufino Damián Mendoza, Julián Hatz Saldaña, Rumualdo y el titular de la cátedra el Prof. Samuel M. Gil. Me entró el pánico escénico un ratito nomás, luego me repuse y empecé a contestar , una tras otra las preguntas , explayándome en casi todas demostrando que me había preparado bien para ese examen . Miraba que los maestros asistían con su cabeza intercambiando miradas y cuchicheos entre ellos. ¡Ya me los apantallé-pensé- de esta salgo con 10 segurito!, solo faltaba el Profesor Gil . Tomó la palabra y después de decirme sardónicamente..”¿Con que muy preparadito..no?, haber dígame el abecedario-remató-“. El abecedario- pala madre ese se supone que siempre lo he sabido , ni por acá me pasó que eso me lo preguntaran , pero pues ay le va..A,B ,C,D,F CH J.L Ñ,Z….pereme tantito-pedí tiempo-A, B,C,CH,G,O P, Q,Z….gulp, ejem..Ya no me dio mas tiempo el Profe Gil pues gritó..”Jijo de un diantre siéntese tiene 6 “. Así pasé mis dos materias y les juro que nunca mas volví a reprobar en mi vida estudiantil, si no creen pregúntele a mi compadre Álvaro Escarrega.

jueves, 16 de abril de 2009

TIO REJAS Y LA FAENEADA



PARCELA SEMBRADA CON SANDIA-OLEO SOBRE TELA -


Allá por los años 50s en Cerro Agudo y rancherías aledañas, no había luz eléctrica. Los pudientes de esa época se alumbraban con lámparas de gas, esta estaba adherida a un tanquecito que se llevaba a rellenar, cada vez que se terminaba su contenido, a Guamúchil, a la gasera que se encontraba junto a la estación del ferrocarril. También había familias que usaban lámparas de petróleo o tractolina , pero a las cuales se les bombeaba para que saliera a presión casi gasificado el combustible y aparte de rendir más daba mejor luz, estas lámparas tipo ferrocarrileras o mineras , estaban protegidas de tal manera que aunque soplara fuerte aire no se apagaban , eran pues para lugares abiertos . Los más tenían los quinqués tradicionales con tubo de vidrio y mecha y los más jodidos usaban cachimbas que llenaban de humo el lugar donde se ponían. Los trabajos de agricultura se hacían casi a mano, ayudados por tiros de mulas y algunos usaban yuntas de bueyes. Los arados ya eran de rejas metálicas y puntas, que daban mucho trabajo a los herreros locales-los hermanos Miguel “machuca fierro” y Juan el herrero-. Había un labor del campo que se hacía comunitariamente y se le puso por nombre “faena”, esta faena se efectuaba generalmente los domingos en la mañana , después de haber trabajado la parcela propia , se dedicaban a trabajar despejando caminos arreglando edificios públicos –escuelas ,iglesia etc.-. Con el tiempo la faena se fue olvidando, pero los que acostumbraban a ir a trabajar los domingos a su parcela les quedó el nombre de “faineadores” o sea que iban a hacer faena, en recuerdo de aquellas faenas ya pasadas de moda.
Tío Rejas, uno de los viejos habitantes del Cerro Agudo, padre de “Chiro el guitarrero” que tenía su casa en la salida norte del poblado, rumbo a lo Medina, siendo esta la última, para dar paso al camino real y orilla de cercos de alambre. El tío era un hombre de firmes principios y de terco carácter, difícil de disuadir si se montaba en su macho. Dentro de sus reglas como viejo campesino, tenía una que cuidaba con mucho esmero y la defendía a capa y espada, y esta era de no ir a trabajar en domingo ni con paga doble, es mas se burlaba de las personas que por gusto o necesidad iban a “fainear”. Para el, el domingo era un día sagrado además de ser el único día de baño de la semana y eso si el tiempo estaba bueno. Temprano se levantaba –como todos los viejos – a dar cosijo y con su silueta tilinqui se le miraba trajinar con sus viejos baldes de lámina acarreando agua para bañarse. Se iba al fondo del patio de la casa que a la vez fungía como corral, donde había un apartado cubierto por viejas jarcias de catre, que hacían la vez de baño, agarraba su jabón fabricado a base de sebo de marrano-por su nuera de origen chino-, se bañaba se secaba, echaba en sus manos un poco de “quinao” o brillantina “glostora”, le aplicaba a sus ralos pelos canos , se peinaba y colocaba su limpio sombrero dominguero de vuelta y vuelta de fina palma. Su camisa blanca manga bonchi –para enseñar los conejos que aún presumía- , su pantalón de mezclilla de orilla colorada y sus huaraches de tapadera que no lograban tapar sus largas y curvas uñas endurecidas por los años. Sacaba la silla al portal , la recargaba en uno de los pilares y esperaba pacientemente a ver pasar a los dos o tres “faineadores” -que no perdían la costumbre de trabajar los domingos- , para gritarles burlón ..”¡Ah vendidos!”… Ese día se sorprendió tío Rejas , pues en lugar de los tres campesinos , de costumbre, ese día estaban pasando todos los amigos y conocidos que tenían tierras para ese rumbo. “Ahora son mas los jodidos “–pensó el tío- y para disfrutar mas, dejó la silla a un lado y se recargó en el horcón del medio para empezar a gritar a todo el que pasaba… “¡Ta jodido Cerro Agudo, ahora puro tronado hay!”, gritaba el tío a todo pulmón y soltaba la risa…”¡Aprendan a mi que yo no trabajo en domingo ni a madres mataooos!”- agregaba entre risas-. Era tanto el escándalo que la Chelo –su nuera – salió alarmada de la cocina. Cuando se dio cuenta de que se trataba le dio una risa mas fuerte que la del tío. Este que era medio desconfiado al ver que su nuera se arqueaba de la risa, le dio mala espina y muy serio le preguntó que si por que se reía ella que le dijera que pasaba…”Pasa-contestó la Chelo sin dejar de reírse – que hoy no es domingo es lunes y usted se equivocó y ayer domingo trabajó todo el día, por eso me rio”..Vieran la encabronada que se puso el tío Rejas, creo que después de 40 años que hace que murió y aún no se le olvida la regada que pegó

lunes, 13 de abril de 2009

RECUERDOS DE MI JUVENTUD


Vivía en la calle 5 de mayo, en donde empezaba la laguna y en ese tiempo era la última calle de Guamúchil hacia el oeste. La casa pertenecía a Sarita Elizalde, dueña en ese entonces de una zapatería en el centro de la ciudad. En contra esquina vivía Toliano, del Cerro Agudo, quien arriaba el negocio de compra venta de cerdos o “cochis”. Uno de los hijos de Toliano es el otrora gran jugador de pelota Víctor Favela, quien actualmente es ejecutivo de los Acereros de Monclova-club de Liga Mexicana de beisbol-. La secundaria me quedaba a una cuadra, por la misma calle, eso redundó a que se me hiciera fácil salirme a desayunar y esto lo hacia siempre a la misma hora a las 9 de la mañana, por lo que siempre la clase de las 9 me la perdía. En mi ranchérica ignorancia, nunca preví que eso me ocasionaría grandes trastornos educativos. Al final, como las clases que dejaba por irme a desayunar eran las que impartía el profe Ramiro Vega-Ingles- y el profesor Samuel M. Gil- Español- reprobé ambas materias en los exámenes ordinarios, el primer años de secundaria. Para el segundo ya no salí ,ya no falté y ya no tuve problemas con esas materias ,pero la sorpresa me la llevé al final del tercer año , pues como no presenté exámenes extraordinarios –por ignorancia de las reglas- de las dos materias , me llevé la desagradable sorpresa de que debía los tres años de ambas , o sea que no sabía ni inglés ni español , estaba mas taras de lo que me imaginé pues ahora hasta mudo resulté.
Vivía con mi tío Alfredo Cervantes –hermano de mi padre- y quien de forma autodidacta se había convertido en un hombre sabio. El nunca trabajó dando golpe físicamente, sino que siempre se dedicó a administrar negocios o asesorar personas en áreas comerciales como la compraventa de huertas sandilleras en el valle de Angostura, el Fuerte o Guasave. Cuando yo estaba por terminar mi secundaria el trabajaba para la administración Municipal de Guamúchil en las oficinas de Agua y Alcantarillado, y en muchas ocasiones lo había acompañado para ayudarle a medir, con largas cintas métricas, tramos de calle donde meterían drenaje o tuberías de agua.
Terminé mis estudios secundarianos, razón por la que me había ido a vivir con mis tíos a Guamúchil, y al querer recoger mis documentos, mi tío se entera que era un alumno irregular, al cual no le entregarían certificado, pues estaba adeudando materias. Esa fue mi primer deuda y sin quitar fiado. Mi tío se pegó la encabronada de su vida y me agarró de bajada...”Como no sirves para estudiar – me dijo- a partir de maña entras a trabajar a la junta de agua potable”. Trabajar-de eso pedía yo mi limosna-,por fin podría disponer de dinero , ganado por mi mismo –con el sudor de mi frente..Si hubiera sabido-, ya andaba yo de meneado con las plebes, ya no me metería al cine Royal brincando por las máquinas trilladoras que estaban en el lote de al lado, ni me arrojaría a que la Seño “Monchi” me regañara en el Davimar por querer colarme de galería a luneta. Ya tendría dinero para ir a cenar tostadas con don Ciriaco y para pagar el tranvía cuando fuera pa las Higueras , ahora si me iría sentado en los asientos y no lleno de polvo en la coruquera cargando cartones ,pa ganarme el boleto. Total que me alegré en grande , al día siguiente me presenté en las oficinas de el agua potable , que estaban por las Juárez frente a donde hoy es la Copel en contra esquina de la Ley del centro donde antes estaba el Club Hacha, fui recién bañadito con mis mejores galas :una camisa blanca manga bonchi con un bocadito en la misma en forma de “v” y un botón en ese lugar, un levis muy desgastado , que había sido de mi primo Luis , unos zapatos Ringo Canadá que estaban agujereados de la suela , pero les había metido un cartón, total iba bien dandi. Llegué y me reporté con la persona que me había dicho mi tío, para que me diera mis instrumentos de trabajo- seguro alguna cinta métrica de esas grandotas que traía mi tío Alfredo, o alguna libreta para apuntar algo importante, me empecé a imaginar de que me la darían y siempre pensaba que las plebitas me iban a ver con admiración cuando anduviera desarrollando mis actividades en la junta de agua potable de Guamúchil. Me sacó de mi sueño el señor que me iba a mandar a mi área de trabajo, me llamó y me dijo que lo esperara un poco que me iba a ir con el en la troca. Al ratito me subió a la troca y agarramos pal rumbo de la “Loma” , de donde está el “tanque “ mas pa arriba casi llegando a los “bules”. Cuando llegamos a la última calle se para, nos bajamos y me dice –señalando la batea de la troca – “baja la pala y el güingo y arráncate desde aquí escarbando todo lo que está marcado con cal”..Pala chingada madre me puso mi tío a hacer zanjas pa meter tubería ..¡Que vil!. Trabajé todo el día, cuando veía a una plebita me hacia tarugo volteando pa otro lado , no me fuera a conocer y se burlara de mí, al siguiente día no me levanté y fue eso debut y despedida…”Que te parece el trabajo-me pregunta mi tío- es duro verdad – reafirma – pues eso te espera sin no estudias “. Santo remedio.

lunes, 6 de abril de 2009

HOY PARA LA OPINION DE MINATITLAN


Saludo.- Y agradecimiento al ínclito y nunca bien ponderado, Lic. En Derecho Teófilo Azuara y Márquez mi querido compadre, que se fajó duro y bonito, en tremendo caso civil. El Lic. Sacó de su bagaje de conocimientos y experiencia todos los recursos, evitando que a mi plebe más pequeño, el socoyote, fuera acusado, de mala manera, ante la Ley, por faltas que no cometió. Con su largo trotar por los juzgados mi compadre ha logrado mil y una manera de salir siempre adelante positivamente con sus casos y esta vez no fue la excepción. Gracias compadrito, por esa atención tan fina muy propia de ti, gracias por haber dejado la grandiosa fiesta donde celebrabas los 20 años de feliz matrimonio con mi apreciable comadre, para ir a sacarla cara por nosotros. Te estamos eternamente agradecidos. SOFTBOL Pues resulta que en uno de esos juegos trepidantes – a los que ya acostumbró al público de la fragua- el equipo Lobos de reconfiguración, donde se lució como un inicialista de grandes ligas el Ing. Aurelio Sagardi, haciendo atrapadas espectaculares, a su tiempo di fe de esas jugadas en una Capirotada que se extravió en la redacción. Por esa razón recuerdo una vez mas la actuación del Lobo Mayor, pues en el juego pasado donde nos batimos al tu por tu con el equipo puntero y además líder del torneo, el Ing. Volvió a hacer de las suyas, solo que en esta ocasión salió temprano del cotejo por una mala barrida en primera base. Creemos que fue plan con maña, pues el calor a la hora de ese juego era infernal y las coronitas estaban llorando de frías en las hieleras y el Ing. Ya sin compromiso desocupó varias ante nuestros atónitos y envidiosos ojos.
TIO GÜINI.- Esta vez el tío generosamente cedió el espacio que ocupa en estas Capirotadas, para que platicáramos lo que le sucedió a un viejo deportista Minatitleco. Se trata de nuestro amigo Félix Hernández, mejor conocido como “El Mirinda”, quien se ha destacado como gran corredor, ampáyer y softbolista. Hace poco tiempo el Mirinda aún laboraba en la Refinería, pero una vez que cumplió con el tiempo reglamentario, fue jubilado. A raíz de este acontecimiento y después de haber recibido una generosa indemnización por sus años trabajados, el Mirinda entró en un tobogán de dudas planes e incertidumbre. Después de varias noches de desvelo y de consultarlo con su domadora, el oriundo de Capoacán optó por hacer la inversión de su vida, volverse ganadero. Compró diez vacas de marca-estaban marcadas con el fierro del dueño anterior-, las pastoreó en los terrenos llenos de zacate de la bella isla, y al ver que las vacas empezaron a tener crías, se dirigió a la Cd. De Acayucan, donde suscribió un contrato con la Nestlé para entregar religiosamente la leche de su ganado. Las vacas parieron y empezó la ordeña, para eso contrató a un vaquero y dos becerreros, el primero día de ordeña la realidad golpeó en la frente al nuevo ganadero, pues después de ordeñar todas sus queridas vacas recolectó 6 litros de leche. Y esa cantidad nunca subió sino al contrario conforme los becerros crecían mas querían y tuvo que vender la mitad de sus vacas para defenderse de la demanda por incumplimiento de contrato con la NESTLE…Todavía tuvo que soportar las burlas de su hermano –el Pirata- que le decía que esas vacas no daban leche ..Que daban lástima…No se porque le dicen ganadero al que tiene ganado –dice el Mirinda riéndose – deberían decirle “perdedero”.