Luis López, el “Patagón” es el mayor de los hijos de mi tío Antonio López alias “el Toto” o “el Marchante”. Le siguen Luis el “Tarimas”, “El Charras”, la “Quela”, Beto, Pavo y una plebita que murió a los 2 años de edad, creo recordar bien , que esta plebita muerta , fue el primer angelito que vi . La acostaron sobre una mesa, la llenaron de flores , hicieron unos arcos de palo de guácima bien cotagüi y le enredaron papel de china de colores a los arcos para adornar su funeral. Mis hermanos y yo estábamos pequeños, pero aparte de parientes éramos vecinos, así que nos inquietábamos, ante la presencia de la muerte, preguntábamos que había pasado con la niña por que había muerto y la respuesta fue que tenía mucho catarro y chupó limón. Mucho tiempo viví con la creencia de que el limón hacia daño con la gripe, pensar que la vitamina C que provee el limón es básica para el tratamiento de los resfriados. Nombre si estábamos de plano herejes en esos años.
El Patagón creció en las Higueras, pero muy pronto le dio por la aventura. Se perdía del rancho y se sabía que estaba en ciudad Obregón trabajando en las piscas de algodón. Fue un plebe “brevio”, desde muy temprano inició en el duro trabajo del campo, pero también desde muy chico agarró vicio del cigarro y la bebida. Siempre estuvo presente en las grandes pistiadas y haciendo mandados se ganaba sus cervezas y las grandes borracheras que se ponía. Actualmente el Patagón con sus casi 70 años, parece que se ha burlado de el daño que los vicios ocasionan, se le ve fuerte aún y chambeando de tractorista en las tierras Higuereñas.
Dentro de sus vicios tenía el de la jugada la malilla, paco, huesos y albures… Y cuando mas enviciado estaba en jugar albures, se encontró sin dinero. Vivía en casa de mi tía Juana Guerrero, viuda de Gaudencio “Bencho” Avilez. Ahí comía con ella y allí mismo en la vieja casa vivía Platón con la María su mujer. Era tal el vicio del Patagón que le robó un tostón a la María que tenía para comprar manteca, se fue a buscar rival para el juego y se encuentra a Ismael Meza “el Parraleño” ,a quien le encantaba el juego también . Se pusieron de acuerdo y se fueron a las “higueronas” en la vinata, en ese lugar escondido estaban a salvo de las autoridades que luego iban a las rancherías a levantar tahúres y bajarles la lana, soltándolos nomas a la salida del poblado. Esta vez no tuvo suerte el patagón y rápido perdió el tostón, por lo que abandonó la plaza y se fue para las casas nuevamente. Platón que supo quien había robado su tostón se fue volado a seguir los pasos del patagón, conociéndolo se fue derechito a las higueronas antes de que jugara el tostón, pero llegó tarde. El patagón ya lo había perdido y además ya no se encontraba en el lugar. Fue tanto el escándalo que Platón hiso por ese robo que el Patagón tuvo que irse de las Higueras, se fue a Guamúchil y le quedó debiendo la comida a mi Tía Juana. Don José Sánchez “El Pocha” se puso a componer un corrido de la aventura referida. El Patagón aún no llegaba a Guamúchil cuando el Pocha ya le tenía listo su corrido con letra y música. Para que no se olvide tanto la picardía del Patagón , como la destreza del Pocha , a continuación canto el famoso corrido
Caballo Prieto Azabache - ¡Vota por mi grabación!
No hay comentarios:
Publicar un comentario