Para hablar de Víctor Manuel Castro López, alias “El Compa Lacho” o solo “el Molacho”, se requeriría de varios libros, pues su vida ha sido llena de aventuras y sube y bajas. Hijo de “Rafai” Castro y Antonia López, nació en las Higueras de los Vega, desde plebe se distinguió por ser inquieto y de mente rápida, sobre todo en la picardía. Existe el recuerdo anecdótico de cuando Rafai tenía su abarrote, en el rancho, y el compa Lacho se recargaba ,siendo chamaco, en el mostrador viejo de madera , compraba un chicle “mambo” y masticando y jugando con el metro de madera -que había siempre sobre el mostrador y con el que Rafai medía el mecate que vendía-, al rato se sacaba la goma de mascar de la boca la pegaba en la punta del metro y en el primer descuido de la “dependienta” : la Carlota o la Laura , la que estuviera, se lanzaba a pescar alcanzando con el metro los billetes de a peso o de 5 pesos que dejaban descuidadamente sobre los anaqueles que estaban recargados en la pared , los recogía se los guardaba y a darle vuelo a la hilacha . En las Higueras fue un muchacho muy noviero-aunque nunca se casó-, muy pistiador y amiguero. De todo se puede acusar al compa Lacho, menos de que haya trabajado. Ya de edad madura – ni tanto como a los 30 años- hizo gran amistad con unos muchachos que estudiaban la carrera de leyes en Culiacán, uno de ellos es Juan Sigfrido Millán, ex Gobernador de Sinaloa, y el otro el Lic. Aguilar actual Gobernador. Como se han de imaginar, el compa Lacho con su carácter desparpajado y alegre era el líder entre la bola de estudiantes que habían hecho de las Higueras su lugar de esparcimiento cada tres o cuatro semanas, guiados por el también Lic. Sergio Herrera y Cairo, sobrino del Compa Lacho. Cuando Juan S. Millán, descollaba en la política priista, como líder cetemista en Sinaloa. Fue en ese tiempo en que ganó la senaduría y estando en la Ciudad de México radicando, para atender sus obligaciones Camarales,. Poa allá le cayó el compa Lacho y estuvo radicando en el departamento de Millán, donde como buen “gaviotón” disfrutaba de casa y comida gratis. Al Senador Millán le cayó tarde el “veinte”, pero cuando hizo el comentario lo realizó más en broma que otra cosa pues siempre ha estimado mucho al Molacho. Dice el Senador, al tiempo que le servía su comida al compa Lacho- “Yo todo un senador y le estoy haciendo comida a este prángana”. Y así era efectivamente al compa lacho lo atendía de todo a todo un Senador de la República, poca gente se puede jactar de eso.
En sus tiempos mozos en las Higueras, se juntaba con sus amigos – la mayoría parientes- a pistiar un día si y otro también. Todo mundo cooperaba para las cervezas, pero el Molacho siempre andaba arrancado –nunca trabajaba-, así que para que no lo abrieran de el grupo y no lo criticaran, empezó a cooperar con gallinas que se robaba en los corrales y patios de las casas higuereñas. Hubo una temporada que ni el coyote mas avezado hacia tanto perjuicio a las amas de casa contra sus gallinas, como el compa Lacho. Valentín Adán Román , el cuate hijo del Güero Teo, lo sonsacaba cada rato para que cooperara con su gallina y hasta le tenía vistas las presas para que no batallara , en esa ocasión quiso robarle una gallina a su cuñado Juan “Tula” y como lo conocía bien el perro –el “chachín” se puso de acuerdo con el Molacho para distraer al can mientras lacho entraba a sustraer la gallina, solo que Juanito se despertó y lo agarró con las manos en la gallina , le reclamó y amenazó con denunciarlo con el Comisario Municipal para que lo entambaran . El compa Lacho andaba borrachito y al verse descubierto empezó a llorar para ablandar el corazón de Juanito, pero lo que mas le dolía es que si juntaban los robos anteriores le hicieran larga cadena de acusaciones y no le iba a alcanzar la vida para pagar sus crímenes. Toño “diablo” su hermano se enojó mucho por lo sucedido y le dio el soponcio, por lo que se amarró un paliacate en la cabeza para poder aguantar la carrilla. Los plebes –Carlos y Lolo Cervantes – sus sobrinos le aconsejaron que se fuera del pueblo para que se olvidara el delito, el compa Lacho se decidió por Nogales Arizona para irse una temporada, en una caja de cartón de manteca Inca echó sus trapos y en la casa de Chachito , muy cerca de la suya, se subió al camión del Mayo, por atrás pa que no lo viera la gente. Estando en el otro lado lo agarró la migra y como el compa lacho tiene los ojos mas azules que pueda haber en el mundo, les dice a los agentes de la migra que el era pocho que si no miraban sus ojos que eran así porque su papá era gringo. No los convenció así que lo echaron fuera sin miramientos, pero por un buen tiempo la raza le decía el “pocho”. Carlos y Lolo, le compusieron este corrido que a continuación grabé, como aproveche la cámara de KARAOKE trae otro nombre la canción pero es el corrido del compa lacho.
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