Minatitleco

Desde Minatitlan, Jaltipan Coatzacoalcos ,Cosoleacaque y demas poblados vecinos del estado de Veracruz se edita este higuereño

viernes, 8 de mayo de 2009

RECUERDOS DOLOROSOS





Fue el quinto –no hay quinto malo-.Salió muy parecido al resto de sus hermanos, bellos ojos azules que atrapaban la mirada de quienes lo conocieron. Creció sano chiroteando en el rancho haciendo pareja con Carlos su hermano, mayor dos años. Su estructura ósea embarneció y poco a poco fue superando en estatura y fuerza a los hermanos mayores. Al crecer su fuerza aumentaba y hacia gala de ella en los rudos trabajos campiranos. Cuando se trataba de cargar carros de sandía, a el, le gustaba tirar las últimas que cerraban las estibas, pues tenía que lanzarlas a mas de 3 metros y se sentía orgulloso de poder hacerlo con suma facilidad. La pareja de hermanos parecía una sola, a donde iba uno iba el otro, se adivinaban o leían el pensamiento, estaban sumamente compenetrados.
De pronto había crecido, era un muchacho grande, honesto muy respetuoso y fuerte. Alegre por naturaleza, cantaba las canciones rancheras con las que creció. Hacía dueto con Carlos y eran solicitados por los amigos y conocidos para que les amenizaran serenatas o nomás las pistiadas. Amaba a sus padres con devoción y todo lo que ganaba –al igual que su hermano Carlos- era para darle a su madre un poco de respiro en el gasto diario de la casa. En el Rancho todos son conocidos, y aparte de vecinos la mayoría tiene un parentesco de diferente grado. Los plebes respetan a sus mayores, y aunque ya no les rezan el Bendito, se les llama tíos por costumbre y respeto. Isidoro- Lolo- nunca tuvo problemas con nadie pues además de discreto, era cauteloso pacifico por naturaleza.
Cuando cumplió los 20 años, se enamoró de una plebita del rancho. Morenita y pequeña de estatura, pero bella y de alegre carácter, rápidamente entro en el corazón de Lolo adueñándose de sus sueños. Cambió Lolo su carácter, las Higueras –bellas de por si- se le hacían mas hermosas que nunca, se extasiaba mirando una “chupar rosita” chupando el néctar de los obeliscos de la casa. Componía canciones que hablaban de su amor, pasaba caminando por la calle de su amada hasta diez veces al día. Empezó a visitar a su tía Carolina Castro-la Nonis- nomás porque vivía enfrente de la casa de su dulcinea y de ahí lanzaba miradas llenas de pasión a las sombras que se movían tras las ventanas . Cierto es que esa pasión era bien correspondida. La dueña de sus suspiros estaba también plenamente enamorada, y cuando tenían oportunidad de estar juntos y solos, formaban castillos llenos de luz y brillo, donde estarían siempre amándose y donde verían correr a sus hijos siempre bajo la amorosa mirada de ambos. Se querían y no lo ocultaban. La hermana de su novia, les dio la sorpresa de que también estaba enamorada, eso les alegró mucho y cuando se enteraron de quien era el elegido, sus corazones se hincharon de gozo, pues el novio era nada menos que Carlos el hermano de Lolo. Que les puedo platicar de estas dos parejas, hermanos queridos ellos, hermanas muy queridas ellas. Los planes se multiplicaban, el tiempo no les alcanzaba, y lo que mas deseaban era realizar su amor casándose. Solo una cosa ensombrecía el amor de estas dos parejas… El padre de las muchachas, era muy celoso. Siempre se miraban a escondidas, porque el papá no estaba de acuerdo en que sus hijas anduvieran de novias, y menos con los muchachos que ambas habían escogido.
Para llevar a cabo sus planes, los hermanos tomaron una decisión. Se irían a trabajar de mojados a los EEUU. Juntarían dinero y vendrían a ofrecerles a sus novias lo que ellas se merecían.
Lo hicieron, recorrieron los estados del oeste Americano, Trabajaron duro, mandaban dinero a sus padres, y apartaban un poco para realizar sus planes. Sus conocimientos se ampliaron, ganaron experiencia y dólares. Conocieron varias ciudades e hicieron muchos amigos. Cuando regresaron, dos años después, sus planes seguían firmes y sus novias fieles los esperaban en las Higueras para realizarlos. La primer visita a fue a sus padres y hermanos y rápidamente acudieron al lugar de sus citas para estar con las queridas novias. Hablaron de todo, querían resarcirse del tiempo perdido, la tarde voló lo mismo que la noche. Lolo y su novia –mas plebes que la otra pareja-fueron mas desesperados , mas fogosos y en un arranque de pasión decidieron huir del rancho para –ahorrándose todos los trámites- disfrutar su amor. Al día siguiente era un mormullo en el rancho, de casa en casa de boca en boca solo se oía se “juyó” la hija del “Chito”, se la robó Lolo. Si se llevaran estadísticas de matrimonios en las rancherías, el número de parejas “juidas” hace mayoría, aunque después del chistecito, los padres hablan y llevan a los tortolos al registro civil y si hay con que se hace una pachanguita, si no legalizados quedan.
Lolo y su esposa se fueron a vivir a la casa de los padres del novio. Chacho el papá de Lolo se dedicó a buscar al ahora consuegro-quien además venía siendo primo segundo de él-, para arreglar el desaguisado. Pasaron los días, los consuegros no se vieron, Carlos y Lolo se fueron –con unos amigos del rancho-a una fiesta al Becal. Se divirtieron y hasta se echaron un palomazo con el conjunto musical que amenizaba la fiesta, cantaron la canción que andaba de moda, “las tres tumbas”. Temprano aún Carlos llamó a Lolo y lo invitó a regresarse a las Higueras. La troca de Goyito estaba ya con el motor prendido, y varios Higuereños montados, listos para regresarse. Llegó Lolo se subió también a la camioneta, en ese momento el tío “Canana”, grita que le den chance de ir a tirar el agua antes de irse. Se brinca de la troca y a Lolo se le ocurre también hacerlo acompañando al tío a la orilla oscura de la fiesta entre los matorrales. Carlos como padre aprensivo, siente pánico de ver que su hermano se había bajado , tiene un mal presentimiento , algo hacía que me doliera el pecho y no alcanzaba resuello-dice después- y se atilincaba para sobresalir entre los ocupantes de la troca a ver si alcanzaba a ver a su hermano cuando oyó los tiros. Uno, dos tres , hasta cinco disparos sordos que se escucharon rumbo a donde habían ido tío y sobrino a hacer una necesidad. Carlos pegó un grito ..”¡LOLO!”…y brincó de la troca corriendo hacia la orilla del monte, donde ahora se escuchaban gritos de mujeres y hombres , se abrió paso entre las gentes amontonadas ,para encontrarse con Lolo agonizando con la espalda acribillada por las balas cobardes de su suegro , que así resolvía una relación en la que el nunca estuvo de acuerdo. Este 7 de Mayo se cumplen 31 años de tan triste acontecimiento. Descanse en paz mi hermanito chulo quien fue arrancado físicamente de nuestro lado ,pero cuya memoria jamás será opacada.De aquel fugaz matrimonio nació un fruto bello que lleva en su sangre en cada uno de los genes a su papá Lolo.

2 comentarios:

María Luisa Gómez dijo...

Hola Dr. Amadeo:

Lo saludo, deseando se encuentre bien de salud en compañía de toda su familia. Ya lo extrañaba, fueron muchos días sin escribir sus memorias, sinceramente me estaba preocupando. Desafortunadamente hoy fueron recuerdos no muy gratos; aunque por otro lado, nuestros seres queridos siguen vivos, mientras uno los mantenga en nuestra corazón, y los siga recordando, y claro esta contando sus memorias a las nuevas generaciones. Mi mamá (Tichita) y mi tía Queta le envían un fuerte abrazo y sus mejores deseos. Cuidese mucho, hasta pronto. Su servidora, María Luisa Gómez Cázares

Anónimo dijo...

HOLAAAAA,,, TIO AMADEO

SALUDOS DESDE GUAMUCHIL, SINALOA... QUE BONITAS ESTAN SUS PINTURAS !!!!