Minatitleco

Desde Minatitlan, Jaltipan Coatzacoalcos ,Cosoleacaque y demas poblados vecinos del estado de Veracruz se edita este higuereño

jueves, 9 de julio de 2009

RECUERDOS DE MI PUEBLO- TRANVIA LA PAJARERA-

La carretera pavimentada o asfaltada, ya está llegando a las Higueras de los Vega. Ahora el viaje será rapidito si nos vamos por Mocorito, pues la carretera estará desde Guamúchil hasta la casona de las Higueras .Con el progreso, vienen los pagos por el mismo, los accidentes ahora pueden ser mas serios, pues la velocidad será mayor, y la plebada acostumbrada al camino de terracería, de repente se verá libre, sin tener que cuidarse del permanente ni las curvas cerradas del camino real, que se despide dejando –sobre todo a los que ahí no radicamos ya - gran nostalgia , del piso terroso hoyados por los pies de nuestros ancestros, los tramos arenosos donde el arroyo corría grandes trechos , antes de abordar las tierras sembradías. Mas lejos quedan los recuerdos de el mas antiguo camino, donde los tramos atascosos y llenos de chapalas impedían, en tiempo de lluvias, el paso de la tranvía o de los escasos troques que por ahí transitaban. En esos tiempos el viaje de las Higueras a Guamúchil era una aventura, y sabías que salías un lunes, pero no cuando regresabas, pues si llovía en el trayecto, o no llegaban a la ciudad o se atascaban de regreso. Los tramos peligrosos estaban perfectamente identificados, en las temporadas de lluvia la vieja tranvía era arropada de sus llantas con gruesas cadenas para permitir el agarre en el zoquete atascoso. Saliendo de las Higueras rumbo al Cerro Agudo, había tres tramos, en el arroyo de la bomba cerca del panteón, en el tramo de el Noroto a la puerta de la Periquera, había otro atascadero y en la puerta del Charco largo el mas peligroso de todos. La cercanía con el rancho permitía que se fuera a pedir un tractor para jalar el carro embancado, y si alguien andaba sembrando cerca pues se usaban los tiros de mulas con todas las guarniciones, o la yunta de bueyes para jalar los modernos vehículos que nada podían hacer con sus potentes motores, ante la terquedad de las lagunas que los atrapaban. Como no recordar ese tramo frente a la puerta del “charco largo”, que aparentaba estar bien pero su piso era arena blanda que se tragaba cual pantano lo pesado que pasara en tiempo de “aguas”. A mi padre le tocó sacar , en varias ocasiones , a carros cargados de mercancía , y a nosotros festejarlo viendo el espectáculo sentado sobre las trancas de la puerta , viendo como todos –pasajeros y vecinos- se esforzaban para empujar , cavar o jalar el carro.
La PAJARERA, se llamaba un tranvía tropical, que hacia su viaje desde el Palmar de los Sepúlveda, hasta Guamúchil. Valerio Cervantes era el dueño o socio del dichoso tranvía, que salió un lunes muy de mañana a Guamúchil por la ruta de Mocorito. Era tiempo de “aguas”, pero hacia una semana no había llovido, los caminos estaban, aunque llenos de barrancos, secos y batallando con las guías de vainoros y bitacheras alborotadas, llegaron a su destino. Esa noche era la velación en que la Cruz Zámano- la mujer de tío Penén- así que llevaban muchos encargos, como tres “damajuanas” de mezcal y cohetes. Los tamales de “cochi” de doble capa ya estaban listos, lo mismo que el champurrado, tercios de caña octubreña, y tamales de elote. Como la cerveza no tenía gran aceptación aún, pues los plebes no tomaban por respeto a los padres, y cuando digo plebes hablo de jóvenes de hasta 22 años. Los que bebían eran los mayores y lo que preferían era el sollate o el mezcal, puro sin rebajar. Mientras el tranvía y la gente andaban en Guamúchil, en la región serrana de Cerro Agudo y las Higueras, el cielo parecía caerse, con tremendos aguaceros. Para cuando regresaron los paseantes el camino estaba muy atascoso, llegaron a la puerta del Charco largo como a las 7 de la noche – tardísimo si tomamos en cuenta a que a esa hora la mayoría de las rancherías ya están con las cachimbas apagadas durmiendo , en esos viejos tiempos-. Habían corrido con suerte el resto del camino y salvo algunas patinadas y resbalones, el tranvía había llegado indemne. Pero en el Charco Largo la suerte terminó. El tranvía se atasco hasta que las muelles se perdieron de vista y parecía que no habría manera de salir de ahí. Machigüero-Tomás López- se apuntó pa sacarla con una yunta de bueyes pero ni la movieron. El “Moneja” un aguerrido Palmareño era el chofer, muy reconocido en la región, pero ni toda su experiencia servía ante lo viejo del motor y lo demás de la tranvía. Valerio le dice a Nin –Alejandro Mendoza- ,creo que ya es muy noche , hay que dejarla para mañana , pero le dice Nin ,pero tenemos que llevar el vino de la “damajuana” para la velación , hay que ir por la gente y si se puede el tractor de José Castro nos traemos. Se fueron a las Higueras alborotaron a la raza que estaba en la velación, se llevaron el tractor y cadenas, estuvieron batallando como dos horas mas, pero sacaron la famosa tranvía. Inmediatamente uno de los mirones que había ido la velación desde el vecino poblado de San Joaquín, Poncho le decían al mirón, que mas tardaron en sacar el troque, que el componer el corrido que a continuación les canto para su conocimiento




4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que hay señor Higureño...un saludo
Yo iba a pasar mis vacaciones a la hIgueras con mi tio Vidal Gonzalez, era director de la primaria...ah que tiempos esos,,,,ya hace como 30 años...
Bonitas sus pinturas.....las vende?

Javier Lopez
Hermosillo Sonora

Anónimo dijo...

saludos para mi primo, y quiero decirle que todavia le salen bonitas las canciones de piporro...

Atte...su prima
Bertha Luz Aviles

P.D. saludos a Gilda...

fernando dijo...

soy nieto de Lorenzo Montoya lopez,que en algun tiempo tenia tranvia y le decian Lorensito, no se si tambien le decian el "moneja" o estaran hablando de otro. saludos
Fernando gutierrez montoya

Victor dijo...

Fernando yo tambien soy nieto de Lorenzo Montoya, y Teresa Lopez, y soy hijo de Lorenzo.