Minatitleco

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jueves, 15 de julio de 2010

ESPIRITUS PRESENTES


Estábamos en nuestra casa, eran las 4 de la tarde y habíamos terminado de comer, cuando tocaron la puerta. Era una visita inesperada, una prima lejana de mi esposa .La Aguja es hija de la madrina de mi esposa y la madrina- Cecilia- es a su vez prima hermana de mi suegra-Leonor-. La familia de la Agujas es de rancia estirpe cirquera, mis suegros tenían relaciones con ellos desde que andaban con un viejo camión y un reducido redondel de manta que hacia la carpa circense, de eso han pasado muchos años ya , y la empresa creció , al grado de que los hermanos de la Agujas , casi todos eran, y continúan siéndolo, propietarios de grandes circos , con abundantes tráileres y casas rodantes de extremado lujo, en uno de esos circos recorría el país la Agujas compartiendo las ganancias con sus hermanos. Ese día que la Agujas llego a casa, mi suegra Leonor cumplía un año de haber fallecido y los comentarios fueron de recordar a la persona ausente, hablando con gran cariño de ella, con nostalgia recordaba la Agujas, las comidas tan sabrosas que hacia su tía y el gran cariño que les tenia a todos sus hermanos. Estábamos sentados los tres en la sala, como estaba el tiempo muy lluvioso, mi esposa puso una cuerda para tender ropa dentro de la misma sala y la miraba llena de pena pues no tuvo tiempo de quitarla y siempre pensaba en que dirá la visita por ese detalle de tan mal gusto. La plática bonita de recuerdos familiares, fue cambiando de tal manera que hubo un instante en que la Agujas se quejaba amargamente de cómo la trataban sus hermanos en el circo y cuestionaba tan tercamente nuestra opinión que llego un momento en que nos pusimos tensos, sin saber de parte de quien ponernos pues la queja de la visita ya se había extendido hasta sus padres y nosotros la verdad los respetábamos bastante tanto por el parentesco como por la edad de los mismos. Cuando más tenso estaba el ambiente el mecate que se puso como tendedero y que colgaba al frente de nuestros ojos , sufrió una sacudida que nos alarmo sobremanera , pues fue como si una mano invisible lo hubiera jaloneado, no había explicación para este fenómeno , pienso ahora que alguna energía se había liberado en ese momento tan tenso o que el espíritu de mi suegra había intervenido para sacarnos de un atolladero y girar las platicas hacia otros derroteros , como sucedió , pues cambiamos por completo de tema ,abordando los sucesos sobrenaturales como el que nos había acontecido en ese momento ante nuestras propias narices.

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