Minatitleco

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sábado, 31 de enero de 2009

VENGANZA 2



VISTA DE SURUTATO DE LA SIERRA SINALOENSE




Al año siguiente, Toño y Emilio no sembraron, pues se fueron a EEUU de braceros. Juan se quedó y volvió a tener una buena cosecha de la mariguana, pero esta vez no pudo disfrutar del dinero. Vino el comprador y cargó las dos trocas de costales bien repletos. Juan estaba recargado en una de las trocas esperando su paga. Se acercó el comprador con una sonrisa y de la maletita que en mano llevaba saco una 38 especial de donde salieron 6 quemantes balas que derrumbaron a Juan entre los troncos recién cortados que hacían hilo en la surquería.Hasta la media tarde , Daniel fue a buscarlo y lo encontró inerte y con algunas hormigas en la boca. Viejo y curtido Daniel aguantó estoicamente el hecho. A la Mélida no la podían controlar, hasta que le dieron algo en un té que la mantuvo dormida un buen tiempo, Juanito -el hijo- no entendía aún nada de lo que estaba pasando. Emilio y Toño llegaron a los rezos, pues no alcanzaron el entierro. Juntos los tres hombres de la casa se abrazaron y despidieron Juan en el cementerio. Se platicaban el hecho como si lo hubieran visto. Una y otra vez revivían el sufrimiento, la sorpresa de Juan al recibir el ingrato pago por su cosecha.
Sabían quien había sido. Conocían al “Güilo” Reyes y juraron que lo harían pagar de la misma forma el daño ocasionado a su hermano Juan. Daniel poco había hablado, pero cuando lo hizo fue para decirles a sus hijos:”Cuando lo agárremos, me lo dejan a mi “ .
El Güilo Reyes se perdió dos años de la región. La vida aparentemente seguía igual. El plebe de Juan ya tenía tres años y la Mélida aún vivía en la casa de Daniel, este seguía trabajando su parcela .Lo de la mariguana había quedado atrás, como un negro recuerdo al que nadie mencionaba en la casa. Toño y Emilio consiguieron papeles en el otro lado y venían una vez al año a visitar a los parientes.
Ese año el papá les tenía una sorpresa. Les dijo que el Güilo había sido visto en su rancho, y que andaba bien quitado de la pena como si nada debiera.
Emilio y Toño salieron esa noche en la troca de un compadre. Se fueron al rancho vecino y se dedicaron a cazar al Güilo. Estuvieron cuatro horas en unos matorrales en la parte trasera de la casa vieja del Güilo, no tenía perros y solo un viejo burro estaba en un corralillo de palo parado. Eran como las tres de la mañana cuando rechinó la vieja puerta de la casa de adobe del Güilo y este apareció adormilado sin camisa y descalzo. Salió rumbo al corral y se puso a orinar pegado a la pared. En ese momento fue encañonado por los dos hermanos. El Güilo parece que los estaba esperando, pues no demostró sorpresa ni susto. Mansamente se dejó conducir por sus captores, quienes lo ataron con las manos hacia atrás y lo echaron al medio de la troca entre los dos y enfilaron rumbo a los Ayalis. No amanecía cuando llegaron, lo metieron en un cuarto cerrado que usaban para guardar la troca. Lo tiraron como costal de lodo y fueron a darle la noticia a Daniel. Este se levantó y al saber de que se trataba una chispa brillo en sus cansados ojos. Su corazón empezó a palpitar mas rápido y una sonrisa apenas perceptible apareció en su boca lo que no hacía desde mas de tres años.
Se lo encerramos apá y ay lo tiene pa que haga lo que quiera con el-dice Toño-
Préstame la pistola –dice Daniel-, ustedes no se metan, le voy a dar unos chingadazos antes de matarlo. Diciendo esto penetra al cuarto cerrando tras de si la puerta. Se escuchan los golpes y casi enseguida los estampidos dela súper rompen el silencio del poblado. Los hermanos satisfechos avanzan hacia el cuarto abren y solo para contemplar a su padre tirado con el pecho ensangrentado, después de que el Güilo Reyes le había quitado el arma y cegado la vida casi enfrente de sus dos hijos. Fue todo lo que hizo el Güilo pues cayó acribillado por los dos hermanos que no dejaban de llorar al tiempo que disparaban .

3 comentarios:

KDM dijo...

Jijuelachingada, tragedia tras tragedia, que gacho.

Anónimo dijo...

y es cuento de nunca acabar, sigue la cadenita!

Anónimo dijo...

algo parecido paso con unos parientes mios halla en la mojonera sindicatura de calabazas