Minatitleco

Desde Minatitlan, Jaltipan Coatzacoalcos ,Cosoleacaque y demas poblados vecinos del estado de Veracruz se edita este higuereño

jueves, 16 de abril de 2009

TIO REJAS Y LA FAENEADA



PARCELA SEMBRADA CON SANDIA-OLEO SOBRE TELA -


Allá por los años 50s en Cerro Agudo y rancherías aledañas, no había luz eléctrica. Los pudientes de esa época se alumbraban con lámparas de gas, esta estaba adherida a un tanquecito que se llevaba a rellenar, cada vez que se terminaba su contenido, a Guamúchil, a la gasera que se encontraba junto a la estación del ferrocarril. También había familias que usaban lámparas de petróleo o tractolina , pero a las cuales se les bombeaba para que saliera a presión casi gasificado el combustible y aparte de rendir más daba mejor luz, estas lámparas tipo ferrocarrileras o mineras , estaban protegidas de tal manera que aunque soplara fuerte aire no se apagaban , eran pues para lugares abiertos . Los más tenían los quinqués tradicionales con tubo de vidrio y mecha y los más jodidos usaban cachimbas que llenaban de humo el lugar donde se ponían. Los trabajos de agricultura se hacían casi a mano, ayudados por tiros de mulas y algunos usaban yuntas de bueyes. Los arados ya eran de rejas metálicas y puntas, que daban mucho trabajo a los herreros locales-los hermanos Miguel “machuca fierro” y Juan el herrero-. Había un labor del campo que se hacía comunitariamente y se le puso por nombre “faena”, esta faena se efectuaba generalmente los domingos en la mañana , después de haber trabajado la parcela propia , se dedicaban a trabajar despejando caminos arreglando edificios públicos –escuelas ,iglesia etc.-. Con el tiempo la faena se fue olvidando, pero los que acostumbraban a ir a trabajar los domingos a su parcela les quedó el nombre de “faineadores” o sea que iban a hacer faena, en recuerdo de aquellas faenas ya pasadas de moda.
Tío Rejas, uno de los viejos habitantes del Cerro Agudo, padre de “Chiro el guitarrero” que tenía su casa en la salida norte del poblado, rumbo a lo Medina, siendo esta la última, para dar paso al camino real y orilla de cercos de alambre. El tío era un hombre de firmes principios y de terco carácter, difícil de disuadir si se montaba en su macho. Dentro de sus reglas como viejo campesino, tenía una que cuidaba con mucho esmero y la defendía a capa y espada, y esta era de no ir a trabajar en domingo ni con paga doble, es mas se burlaba de las personas que por gusto o necesidad iban a “fainear”. Para el, el domingo era un día sagrado además de ser el único día de baño de la semana y eso si el tiempo estaba bueno. Temprano se levantaba –como todos los viejos – a dar cosijo y con su silueta tilinqui se le miraba trajinar con sus viejos baldes de lámina acarreando agua para bañarse. Se iba al fondo del patio de la casa que a la vez fungía como corral, donde había un apartado cubierto por viejas jarcias de catre, que hacían la vez de baño, agarraba su jabón fabricado a base de sebo de marrano-por su nuera de origen chino-, se bañaba se secaba, echaba en sus manos un poco de “quinao” o brillantina “glostora”, le aplicaba a sus ralos pelos canos , se peinaba y colocaba su limpio sombrero dominguero de vuelta y vuelta de fina palma. Su camisa blanca manga bonchi –para enseñar los conejos que aún presumía- , su pantalón de mezclilla de orilla colorada y sus huaraches de tapadera que no lograban tapar sus largas y curvas uñas endurecidas por los años. Sacaba la silla al portal , la recargaba en uno de los pilares y esperaba pacientemente a ver pasar a los dos o tres “faineadores” -que no perdían la costumbre de trabajar los domingos- , para gritarles burlón ..”¡Ah vendidos!”… Ese día se sorprendió tío Rejas , pues en lugar de los tres campesinos , de costumbre, ese día estaban pasando todos los amigos y conocidos que tenían tierras para ese rumbo. “Ahora son mas los jodidos “–pensó el tío- y para disfrutar mas, dejó la silla a un lado y se recargó en el horcón del medio para empezar a gritar a todo el que pasaba… “¡Ta jodido Cerro Agudo, ahora puro tronado hay!”, gritaba el tío a todo pulmón y soltaba la risa…”¡Aprendan a mi que yo no trabajo en domingo ni a madres mataooos!”- agregaba entre risas-. Era tanto el escándalo que la Chelo –su nuera – salió alarmada de la cocina. Cuando se dio cuenta de que se trataba le dio una risa mas fuerte que la del tío. Este que era medio desconfiado al ver que su nuera se arqueaba de la risa, le dio mala espina y muy serio le preguntó que si por que se reía ella que le dijera que pasaba…”Pasa-contestó la Chelo sin dejar de reírse – que hoy no es domingo es lunes y usted se equivocó y ayer domingo trabajó todo el día, por eso me rio”..Vieran la encabronada que se puso el tío Rejas, creo que después de 40 años que hace que murió y aún no se le olvida la regada que pegó

1 comentario:

María Luisa Gómez dijo...

Hola Sr. Amadeo:

Por favor lea el comentario que hice, a su escrito de las fiestas de Marzo.
Le envío un cordial saludo.

María Luisa