Minatitleco

Desde Minatitlan, Jaltipan Coatzacoalcos ,Cosoleacaque y demas poblados vecinos del estado de Veracruz se edita este higuereño

viernes, 5 de septiembre de 2008

PA TILO Y SU MUERTE


Cuando conocí a Tío Matildo Avilez, el ya estaba viejo, creo que andaría en los 90 años…A pesar de que andaba ya encorvado, por la edad, se apreciaba su alta estatura, flaco nervudo, completamente molacho, pero conservaba su agudeza visual como si fuera plebe, ni una nube opacaba su mirada…Su mente también era lucida aunque su conversación siempre versaba sobre tópicos de su juventud, era muy platicador. No tenía casa, si la tuvo ya no existía ninguna huella de la misma en las Higueras, recorría el rancho de arriba abajo y en muchas ocasiones ayudado de su bordón, se aventuraba a los ranchos vecinos, la Pitahaya, San Joaquín, Cerro Agudo, el Tule, el Palmar, caminando a paso lento y con todo el tiempo del mundo, pues si la noche lo atrapaba en el camino, el seguía sin luz, no le importaba, pues en 100 años de recorrer esas veredas y camino reales las conocía como la palma de su mano. Decía que el conoció a la persona que por primera vez sembró el maíz “chapalote” en las Higueras, que lo hizo en la falda del cerro de la “higuerita”, a un lado del desmonte del Cura…Le tocó y fue una de las víctimas del elegante caballero que llegó al rancho comprando ajonjolí a precio inusitado mas del triple de lo que valía, les pagó a todos con monedas de reluciente oro , y estas se desaparecieron al día siguiente de los bolcillos y baúles donde fueron guardadas, todos coincidieron que había sido el diablo el autor de tal fraude y que eso les había pasado por ambiciosos…A mi personalmente me contó lo que una noche pasó en el rancho …La gente , que se dormía temprano generalmente, estaba cenando ,algunos jugando malía o paco en bolitas con sus amigos , las gallinas se habían recogido y el sol estaba metiéndose apenas, el rancho estaba en paz y en su rutina , cuando se dejó oír un escalofriante grito que salí desde la parte baja del valle, del lado del Palo de Asta, avanzó hacia arriba por los cercos del Chapote , la higuera el cerrito , hacia la piedra rajada que se encuentra en el cerro frente a los Becos, el grito fue tan grande que fue imposible que alguien no lo hubiera escuchado, fue tan tenebroso , que todos sucumbieron al miedo al desasosiego y al temor, nadie quiso averiguar que lo ocasionó y no durmieron esa noche ni apagaron sus lámparas de tractolina, al salir el sol se amontonó la gente en el arroyo, donde miraron huellas grandes , gigantes de pezuña de cerdo o venado y de una ave –perico dicen-, me aseguró tío Matildo que esa vez también el diablo visitó a las Higueras …Platicaba de un gran interés de puros centenarios de oro que enterró Isidro Sánchez entre el Brasilar que llenaba el “cerquito”, decía que el había ayudado a cargar ese oro …Poco a poco empezó a vivir de sus recuerdos solamente y ya a los 104 años de edad entraba a nuestra casa pidiendo que lo escondiéramos , pues tras el venía la “acordada” con Rocha al frente y lo quería fusilar…Ya a esa edad su andar era vacilante , sin embargo poco paraba , hacía los recorridos acostumbrados y se iba a las rancherías , como siempre , donde era bien recibido, sobre todo por los viejos del lugar …Uno de esos días que andaba huyendo de la acordada, salió cortando camino por el cerrito y la palma rumbo al Cerro Agudo, pasaron 15 días y no volvió a la casa , pasó un mes y tío Matildo no se le miraba en el rancho, fue Serafín Galaviz el que encontró aquel esqueleto enorme entre el lodazal que se hacia en un nacimiento de agua en el cerrito, a la orilla de la vereda que cortaba camino al Cerro Agudo, se presume que mi tío se atascó en el lodo y su escasa fuerza no le permitió salir de la trampa , donde murió de hambre sed e insolación y fue devorado por los carroñeros, solo su ropa vieja y rasgada y su bolsa de ixtle con piedra , eslabón y yesca , aparte de la bolsita de tabaco y hojas de maíz recortadas para el macuche , estaban intactas, se recogieron sus restos en un costal y fue velado y enterrado en el cementerio del rancho , ahí descansa en paz Tío Matildo .

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