Minatitleco

Desde Minatitlan, Jaltipan Coatzacoalcos ,Cosoleacaque y demas poblados vecinos del estado de Veracruz se edita este higuereño

viernes, 21 de noviembre de 2008

GUAMUCHIL SINALOA AÑOS SESENTAS


1965 ,Guamúchil era un pueblo provinciano apacible, alegre , todos nos conocíamos ,vivía aún Don Cristino Romo allá por la loma ,donde tenía su residencia,. La Nico vendía su delicioso “asado” frente al Aconcagua a un lado de los pinitos donde estaba la cárcel Municipal. Atilano Beltrán atendía su restaurant enfrente del mercado, y los viajantes que querían ir del sur de la República hacia el norte, tenían que atravesar Guamúchil pues no existía la autopista actual. El dique se construía y yo, que trabajaba en el Supermercado “del Valle” de Joselino López, me lanzaba en bicicleta desde la Juárez y 22 de diciembre –en el puro centro del pueblo-cargando en la parrilla hasta 6 sacos de maseca y un cartón con la compra de los trabajadores que en el dique tenían su campamento-. Aún recuerdo que varias veces lloré de impotencia cuando los sacos de papel se rompían por la humedad de los charcos llenos de zoquete, que tenía que pasar para llegar a entregar el mandado. Rodaban las bolsas de maseca y ni un pinche triciclo compró el “Chelis” para acarrear cargas tan delicadas.
Los centros comederos de la raza –people- eran generalmente en el mercado donde se comía rica birria de chivo y la de puerco-con nacho Arias- . Ahí mismo en el mercado el rico menudo con chiles chipiltines o las gorditas que hacían deliciosas. Aparte por el callejón número 2 –creo-tenía su cenaduría Don Ciriaco, con ricos tacos dorados y unas tostadas que el mismo hacía, que creo no le llegaron nunca las de ningún lado. Por la carretera internacional, estaba la cenaduría de la Muñeca-la hermana del Chíngale-.Había una birrieria de chivo .famosa por la alta calidad y sabor, que se ponía con su carretita en la alianza de camioneros, por allá por la calle ferrocarril casi frente a la casa de Arturo Quintana. Naturalmente los marisqueros en carreta siempre rifaron, había un gordo muy gritón que no recuerdo su nombre, pero mucho tiempo fue el rey de los marisqueros. Un rico chocomilk o un “milo” se saboreaba con agrado con Raúl “Lucho” Aguilar, o con su hermana en la terminal Nortes de Sonora. Y hablando de comida sabrosa quien de mi generación no recuerda los virotes enmantequillados con la “Doña” a u ladito de donde vivía Núñez el dueño dela maderería y padre de mi compañera de secundaria Bárbara Núñez (+). Por otro lado nos llegó la comida del sur , y se inaugura la cenaduría “Las Piñatas” donde se comía un esquicito pozole y se deleitaba uno con unas tostadas de pata que para que les cuento,.
Pero lo que marcó un hito en la historia de la comida en Guamúchil, fue una taquería que se instaló en la plazuela, frente al Davimar. SE instaló esa taquería con un cerdo completito, al que le brillaba la piel asada chorreando manteca, estaba todo rasuradito, ni un pelito tenía ni en orejas, nada ,nada. En la trompa le pusieron una manzana. A cuatro cuadras llegaba el incitador aroma a comida rica. Grandes molcajetes llenos de salsa exquisita bordeaban la mesa donde despachaban los ricos tacos. La gente se amontonaba todas las noches los paisas-que así les decían – no se daban abasto para vender tanto taco a los clientes asiduos. Pasaron los días y los meses, la cabeza de cerdo, que antes lucía brillante y suculenta, se fue apagando y llenándose de marcas de chamacos ociosos que con sus plumas ponían nombres de novias entre corazones. Los rumores empezaron a surgir, se decía que en la colonia donde vivían los Paisas ya no había perros y que en otras colonias vecinas también se estaban desapareciendo los “chuchos”. El rumor alcanzó visos de verdad cuando un paisa fue descubierto destazando un can y no hubo para donde hacerse, solo reconocer lo que hacían. Desde ese día se desaparecieron y no se volvió a saber de ellos, la cabeza la compró un coleccionista de Guasave que la tiene en su pared como trofeo.

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