Cuando estábamos plebes y vivíamos en el Charco Largo, nos tocó ser vecinos de parcela del viejo Chagas , ya era viudo cuando lo conocimos, en su solitaria casa ubicada en la parte alta de la parcela , donde una antigua loma fue desmontada por completo y servía de mirador ,pues de ahí se dominaba toda la parte baja de los sembradíos. Vivía con sus dos hijos ya adultos y uno de ellos estaba casado con la Chana quien a fuerza de visitarla y con el trato diario, le dimos el título de tía…Tía Chana y Cano el marido tenían a su vez a tres hijos un varón y dos mujeres, que era con quienes nosotros compartíamos el tiempo libre, jugando en las arenas del arroyo que era a la vez camino real –las Higueras Cerro Agudo- , por ahí teníamos un mapa de todas las matas de papachis existentes , a las que visitábamos en temporada de fruta para ganarle a los pájaros-antes de que los picaran -, lo mismo de los árboles de nanche o saitunas , a los que por estar muy altos –para nuestro tamaño en ese tiempo- los garroteábamos para que soltara el sabroso fruto que deleitábamos sentados en la puerta de trancas a la vera del camino , mirando pasar a los escasos viajantes que recorrían esa rua.Sabiamos el lugar exacto y el tiempo correcto para ir a cortar los chiles chilpitines , los cortábamos y almacenábamos en botellas de vidrio. El viejo Chaga cosechaba y vendía su mercancía en el Cerro Agudo y como no confiaba en los bancos tenía su guardadito tras de su casa bajo una piedra muy pesada, como siempre guardaba monedas de oro o plata su dinero realmente estaba seguro, cuando los billetes de papel fueron confiables, el viejo siguió usando la piedrota como su caja fuerte y fuimos testigos de el escándalo que ocasionó cuando , al ir a retirar algo de efectivo , halló que sus billetes habían sido comidos casi totalmente por los comejenes que hicieron su nidada en el lugar…Hasta las Higueras se oyeron sus imprecaciones y tenía razón pues lo que se comieron los comejenes en dinero no se lo terminan 10 generaciones -de comejenes claro-, en semilla- fue el producto de la venta de una tonelada de ajonjolí-…Se murió el viejo Chaga y sus hijos se fueron a vivir al Cerro Agudo…Cano le hizo a tía Chaga una casita de adobe en la salida del rancho hacia las Higueras y ahí terminaron de crecer los plebes, se casó la Tey –la mayor de las mujeres- y la Lupita se fue e vivir a las Ángeles California donde se nacionalizó y contrajo matrimonio con un hijo de tía Virginia y tío Cáliz -también vecinos , nosotros vivíamos en medio de las dos parcelas-…A la Lupita le empezó a ir muy bien y le construyó hermosa residencia en el lugar donde tenía la casa vieja…Como no había teléfono en el Cerro Agudo , la Lupita le escribía seguido a su mamá …Un día le preguntamos a tía chana como estaba y nos respondió que muy bien , y preguntamos por la Lupita –que era nuestra compañera de juegos infantiles- y nos dice que le acababa de escribir …Y como está la Lupita tía?- le interrogamos- Está muy contenta –nos dice la tía-pues en la carta que me escribió me mandó unas CARCAJADAS.
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