Minatitleco

Desde Minatitlan, Jaltipan Coatzacoalcos ,Cosoleacaque y demas poblados vecinos del estado de Veracruz se edita este higuereño

lunes, 4 de agosto de 2008

PERSONAJES DE MI PUEBLO -MECHON-


Las aguas deberían de haber llegado ya a las Higueras de los Vega, se corrió San Juan , el 24 de Junio y sin novedad …Antes apenas andaba uno corriendo cuando nos agarraba el agua …Tremendos aguaceros que marcaban el inicio de la temporada de lluvias y el ajetreo que traía consigo en la ranchería…Sin embargo este año no pintaba así, los comentarios eran que iba a ser un año malo , que las aguas escasearían y eso auguraba malas cosechas…Tía Luisa , ya había salido ,acompañada de toda la plebada, a hacer el recorrido acostumbrado por todos los cercos , paseando al Santo , pidiéndole que nos mandara abundante lluvia…Y contrario a otros periplos y a otros años , en esta ocasión no los corrió el agua , como se fueron regresaron , secos y decepcionados …La gente se alarmó pues le tenían mucha fe a la peregrinación , y esta vez no había funcionado…La chicoy cantaba pidiendo agua y el cielo permanecía impasible a su petición en su azul infinito , solo manchado por el paso de algún avión moderno que dejaba su estela en el firmamento.
La gente sabía que los tiempos estaban encima y la mayoría inició sus preparativos para sembrar, se empezaron a oír la argentina música de las cadenas, resonando en el valle, en las casas se encendían las lámparas en la madrugada, aprovechando lo fresco para moler el nixtamal, y elaborar las sabrosas tortillas hechas a mano, por allá se escuchaba el golpe del hacha cortando la leña para alimentar el fogón , los perros sorprendidos por los cambios de hábito , iniciaban la escandalera con sus ladridos apurando al sol para que se asomara a dar visibilidad al poblado, hasta los gallos se extrañaban que sus amos les ganaran en la levantada .Todo era actividad ,las rondanillas de los pozos donde sacaban el agua para las bestias no dejaban de sonar ,los herreros –Tío Toño Sanso y tío Nin-agregaban notas extras con los golpes de marro y yunque, aguzando puntas o haciendo machetes y taspanas…De pronto entre la penumbra dela madrugada se apreciaba la silueta de un labriego arreando el tiro de mulas con el arado a rastras , era el mas madrugador.
Ese año me contrató, mi tío Demecio Avilez, como su sembrador…”Voy a sembrar con Luisón al partido”- me dijo- “quiero que tu seas mi sembrador, nomás vamos a trabajar las tierras del aguaje pegado a la presona”…Empezamos en seco como todos, la tierra endurecida se abría en terrones duros como piedra, las puntas se acababan en dos días y los herreros no se daban abasto. Los calores no disminuían y lo atribuíamos a que la lluvia ya venía en cualquier momento pero las nubes se negaban a llegar a las Higueras. Sembrábamos ajonjolí , con un solo tiro , o sea que un solo arado tenía que dar dos vueltas para que quedara la unión de los dos surcos donde se iba a tirar el chorrito de las semillas finas del ajonjolí, si hacía viento tenia que andar agachado casi pegado al suelo para que no se las llevar el aire y si estaba la tierra –como ahora – muy seca , la rastra que traía amarrada a la cintura para tapar finamente la semilla, tenía que pesar mucho mas así que la de por si pesada rastra de “gato” le metimos una piedra de buen tamaño para que pudiera desbaratar los duros y secos terrones, de repente al ir caminando me sorprendía que se atorara la rastra en algún troncón saliente entre los surcos , que me regresaba del duro jalón que me daba …Mi tío consciente de lo seco del terreno , desde el primer surco que sembré me sermoneaba , “¡Túpele , Madeo túpele duro , cárgale la mano pa que no se falle!”…Y yo obediente le abría los dedos para que cayera libremente las semillas de sésamo en el polvoriento lecho entre los dos surcos. A media mañana se había terminado la semilla que nos dieron para sembrar ese día, fui en el burro por otros kilos, que siguieron el mismo camino…Lo que tanto habíamos deseado, esa misma noche llegó…temprano se miró el relámpago pal cerrito, estábamos tomando té de canela con tortillas de harina y dulce, duritas tostaditas como ricas galletas caseras, cuando el aire empezó a soplar suave al principio pero al rato mas fuerte…”¡Metan los catres plebes!”-se escuchó el grito de mi amá-“¡Metan la ropa!”-repitió- apenas estábamos metiendo los catres cuando unas gotas grandes como catotas , gordas y pesadas , empezaron a caer hoyando la reseca tierra, nuestros pulmones se llenaron del olor a tierra mojada, se miró un gran relámpago seguido de un estruendo como si se le hubiera caído una bola de plomo a Diosito que empezó a rodar por todo el cielo y este se abrió al instante dejando caer sobre la ranchería toda la anhelada fuerza vital de su agua…Llovió toda la noche, al día siguiente no sembramos, se trabajó en arreglar las falsas compuertas de los arroyos…como chuparrosa pasó una semana y las semillas de ajonjolí que sembramos nacieron todas , hasta las que se comieron los chanates que iban pegadas a los rollizos gusanos cabeza azul…Aquellos surcos parecían una hera de cebollín…La cabecera de esa tabla daba al camino Real y todos los que pasaban por ahí le daban carrilla a mi tío Mecho y este nomás faltó que me tronara el varejón de samo en las paletas de lo encabronado que se puso…Pero le recordaba , ¿Quién decía túpele , cárgale , que no se falle?...¡ah verdá!

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