PREVIO A LA SIEMBRA

Mi Nana se levantaba muy temprano, cuando vivíamos en el Charco Largo, era cuando mas sufría por los fríos extremos en aquella hondonada, donde estaba la casa ,hecha de adobe, con horcones de mezquite y morillos de amapa y palo colorado, ripiada de lodo colorado…Era solo un cuarto y un portal de buen tamaño, la cocina , donde mi Nana trabajaba desde las 4 o 5 de la mañana , estaba solamente techada con palmas, y como no tenía paredes , el aire helado se colaba por todos lados …Cuanto le lastimarían sus manos viejas al sacar los granos de nixtamal del apaste , para lavarlo con el agua helada guardando el nijayote para revolverlo con el machigüi y dárselo a los cochis en el chiquero…Batallaba a esas horas , sacado la ceniza de la hornilla y apartándola para echarla en la tina vieja que tenía a un lado de la batea de madera que usaba como lavadero, después la llenaba de agua y esta se convertía en agua de la cernada, que efecto producía en el lavado esa agua preparada , solo las señoras de la casa lo sabían….Tomaba pajita de cacahuate, algunas cascaras de güinolo y barundas para hacer arder la lumbre , ya después acercaba los leños rajados de mauto o mezquite , que al rato ardían alegremente escuchándose los chirridos de la savia guardada en sus tallos, o las llamitas jugueteando-pidiendo albricias, alguien nos va a visitar hoy , decía mi Abuela cuando miraba saltar esas llamas haciendo ruidos extraños-…Tomaba el nixtamal y lo ponía en el metate para molerlo, como no tenía en ese tiempo molino manual, la maza salía muy papayaste, después de moler formaba dos grandes bolas , que ponía sobre el metate y se iba a tallar sobre el comal de barro , unos huesos previamente cocidos, al aplicarlos mojados se deshacía el hueso dejando una capa de calcio en el comal que evitaba se pegara la masa o se quemara con facilidad, hecho esto ya ponía las dos bolas de masa grandes , una por una , semicociendolas , las quitaba y siempre quedaba una capita de masa cocida que peleábamos los plebes , para comérnoslas-50 años después saboree estas masas cocidas así y llamadas totopos en el Istmo de Tehuantepec-…Ponía la tetera con su talega de tela llena de café molido-previamente ese café en grano, lo habían tostado revuelto con azúcar y molido también en el metate- lo apoyaba en la orilla del comal por donde salían lengüetas de fuego , que se encargaban de hacerlo hervir en minutos…Mi papá mientras , ayudado por nosotros, arrimaba las mulas amarrándolas del viejo guamúchil que estaba frente a la casa, les ponía los frenos ,, que estaban unidos por un mecate de ixtle para mantener en pareja a las mulas, agarraba los collares de cuero rellenos de paja y se los abrochaba , luego montaba los palotes – estos de madera con partes de fierro incrustado formando argollas y ganchos , donde se afianzan las cadenas , aseguradas de tal forma que aguanten el tirón del arado, los palotes se amarran con tiras de cuero en su parte inferior en los canales que tienen los collares ex profeso, las cadenas van en par unidas en su parte media por las lomeras , que generalmente eran de lona y como su nombre lo indica , quedaban en el lomo de las bestias para evitar el rose y que estorbaran entre las patas, amarraba las riendas en las argollas externas de los frenos y con eso el tiro de mulas estaba listo para ir a pegarlo al arado, nos echábamos un pedazo de carne seca de venado , asada con tortillas recién hechas, mi apá tomaba café calientito , y nosotros té de tójil de mezquite con leche . y una mañana mas en el Charco Largo previo a la sembrada.