Corría el año de 1968, en los altos de Sinaloa todo era trajinar con la cosecha de las siembras de cacahuate y ajonjolí…Las carretas circulaban por el camino real, con sus lados cercados de vara blanca y algunas copeteadas de mazorcas de maíz y como coronando a las mismas se apreciaban verdear las calabazas con largos buches y gordas venas surcando los mismos …De repente zumbaba el motor de un troque viejo que subía la cuesta llorando de angustia ante lo empinado de la misma y lo pesado de la carga , “Métele roquestil”-gritaba alguien que lo miraba sufrir-costales llenos de ajonjolí ya listos para colgar de la Romana …Los comerciantes de las rancherías , se frotaban las manos de alegría, pues el año había sido generoso y las cosechas abundantes…En el Cerro Agudo , platicaban tres de los mas ricos del lugar , hombres ya mayores que se abrieron camino por pura intuición ,y lograron triunfar económicamente a base de ayudar a la gente con su dinero o con su tienda –de raya- prestándoles y luego cobrando en especie , con las semillas cosechadas pero pagadas al precio mas barato del mercado. Así lograron formarse muy sólidas fortunas…Tío Nato López, Bocho Heráldez el Nica Favela, platicaban de lo duro que habían sido sus tiempos de inicio en el comercio…”Realmente- dice Bocho- , a nosotros nos faltó una cultivada, que nuestros padres nos hubieran mandado a estudiar”…El “chapo” Sergio que los estaba escuchando nomás movió la cabeza y sin aguantarse las ganas, mete su cuchara…” Si con el fallito que les dieron no hayamos que hacer con ustedes, Dios nos libre si los cultivan”-dijo-… En las rancherías no había hambre, y se degustaba los mas ricos platillos regionales, Cazuela, un caldo delicioso, con sus calabacitas, ejotes y elote, Cocido, similar pero con hueso, Chilorio, carnitas, carne asada-pura cabrería y pecho- el pollo se comía pero de rancho y en los restaurantes comer pollo le roncaba pues era platillo de lujo, no como ahora que se sirve en cualquier lado y los crian con puras hormonas. En ese tiempo Chenanitos ya tenía un troque –viejón pero bueno- y lo traía fleteando sandía para Guadalajara, Tenía chofer de confianza que además era su compadre y siempre se encargó de todo lo que requería el troque. ..José María –“Chema”- era muy responsable y trabajador, solo tenía un defecto: era muy tragón…Salió Chema de Baturi con el troque lleno de sandía para Guadalajara, con tan mala suerte que llegando a Peñitas el diferencial se le voló y quedó parado con la carga ya madura …Urgía que se reparara y le habló a un familiar a Guamúchil para que se lo informaran a Chenanitos , quien salió volado en un Norte de Sonora , llegó tempranito se fueron a Tuxpan por un mecánico y toda la mañana se la pasaron dando vueltas quedando resuelto el problema como a las 6 de la tarde , andaban sin comer y solo tomando sodas…Una vez terminado Chenanitos invitó a su compadre a un restaurante de Peñitas se sentaron , llegó la mesera a levantar la orden y el chofer pidió pollo a la plaza, no había terminado de pedir cuando Chenanitos pegó el grito…”Oi mi compadre Chema poquito tronado que estoy y pidiendo pollo..Pida un caldito de cazuela nomas compa”.
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