ALGUNAS COMIDAS DE RANCHO

Cuando estábamos plebes y gozábamos de la libertad que da vivir en una ranchería, pocas cosas nublaban nuestra felicidad de niños…Si había o no recursos en nuestras casas, no nos limitaba, para saborear tortillas recién hechas untadas con manteca de puerco…O tortillas recién salidas con las que nuestra mamá apretaba el pedazo de pecho de res o cabrería que se asaba en el hornillo goteando la manteca y dejando la tortilla con los dedos marcados por la presión…Cuantas veces bajabas del zarzo la asadera de apoyo ya seca para acompañar un plato de frijoles bayos caldudos o estos mismos con un pedazo de panocha del Valle…Aún mas ese pedazo de panocha raspándolo con el cuchillo para copar el plato de requesón y saborear un riquísimo manjar…Que rico de que Pueblo te gusta para que hubiera saboreado esas comidas como lo hicimos los plebes de los ranchos Sinaloenses…Recuerdo cuando el requesón se pasaba , mi mamá le agregaba sal y hacía montoncitos con la mano ,los ponía a orear al zarzo y a los día comíamos quesadillas de ricos chopos…O la leche recién ordeñada , aún calientita y espumosa dejándonos unos bigotes blancos…O recién hervida agregándola a una taza de té de tójil o de canela…o agregándole sal a una gruesa nata en una tortilla tostadita en las brazas de bracil o mezquite?...Cuantas veces con un palito que le arrancábamos a la escoba no picamos pedazos de hígado recién salido o aún en el caso de los chicharrones…nos íbamos siguiendo el arroyito que dejaba el agua del lavadero , este terminaba en la taza que regaba una mata de limón donde cortábamos o recogíamos los que mas nos gustara para agregarle a la botana chicharronera…Bonito agarrar el asador y ensartar un elote tierno pero bien granado y ponerlo a las brazas para después con limón chile chilpiltín saborearlos a placer…recuerdo las noches que se hacía atole –champurrado, leche atole ,migas o atole pinole- para acompañar unos tamales de cochi de doble capa con su aceitunas, rajas de chile ,papaya tierna, papa y zanahoria y el picadillo de cochi que antes de que hicieran los tamales ya nos habíamos puesto panditos…Por las mañanas nos levantábamos corriendo para ganarle a los otros hermanos a raspar el apaste del atole que había quedado embijado, le sacábamos filo a las cucharas de peltre …Unas raspadas de orrudas mmm…Una quesadilla de chicharrones de lonja o de carnitas de puerco o unas sopas de tortilla con chilorio…Con estas sopas con chilorio que se hacían así para que la carnita rindiera y sacarle el mayor sabor , recuerdo que una de esas noches negras que no podían ser violadas por la pipizque luz de una cachimba me sirvió mi señora madre-como diría Durán- un plato de sopas con chilorio y mi ración de frijol aguado…empecé a comer y agarraba la sopa sola –dejaba la carnita del chilorio para saborearlo en el último bocado – así me terminé las sopitas y en medio del plato en la semioscuridad alcanzaba a ver el montoncito de chilorio puro, cuando decidí que era tiempo de saborear el rico bocado de chilorio le dejo ir media tortilla y nada …no agarré nada …Que iba agarrar si lo que en el medio del plato estaba dejando o viendo era un ramito de flores que tenía pintado…Tanta ilusión puesta en ese bocadito ficticio…Troné , ni modo.